miércoles, enero 11, 2006

"El valor de las mujeres"

Las mujeres tienen tal fuerza que asombra a los hombres.

Ellas cargan niños, penas y cosas pesadas; sin embargo tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.

Sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas.

Esperan una llamada por teléfono de su hombre, avisándole que llego sano y diciéndole que la extraña.

Las mujeres tienen cualidades especiales.

Se ofrecen para las causas buenas, son voluntarias en hospitales y llevan comida a los necesitados.

Ellas trabajan como niñeras, amas de casa, abogadas y solucionan disputas entre niños y vecinos.

Usan trajes, jeans, uniformes y minifaldas. Las mujeres recorren largos caminos con el fin de conseguir la mejor escuela para sus hijos y la mejor atención para la salud de su familia.

No aceptan un “no” como respuesta cuando están convencidas de que hay una solución.

Las mujeres escriben una carta de amor a su hombre, y saben pedir perdón y perdonar. Son inteligentes y conocen su poder; sin embargo, usan su lado suave cuando quieren lograr algo.

Las mujeres se alegran o lloran cuando se enteran de un nacimiento o matrimonio.

Saben que un abrazo, un beso y un “Te Amo” pueden sanar un corazón roto.

Una mujer puede lograr que una mañana, una tarde o una noche romántica sean inolvidables.

Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos, cabañas.

Ellas corren, manejan, caminan o utilizan Internet.

El corazón de una mujer es lo que hace girar al mundo.

Todo lo que ellas quieren es un abrazo, un beso, una caricia.

Las mujeres tiene mucho que decir y dar.

La belleza de la mujer no esta en la ropa que lleva, la figura que tenga o la forma en que se peine. Sino que ésta debe verse en sus ojos, a través de ellos, porque es la puerta a su corazón; el lugar donde el amor reside.

También se refleja en su alma. Es el cuidado que ella le da a su pasión para estar con el que ama y a quien se entrega inocentemente. Es el cuidado que ella le da a su amado cuando está enfermo o cuando le prepara una taza de té. La belleza de una mujer, con el paso de los años, crece hasta el infinito.

El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por el olvido.

Eres mi angel...


En mi caminar por la vida, he encontrado un ángel; esa persona: que me cuida, que me ayuda, que me consuela, que me conforta, que me dice cuando cometo algún error, o que me elogia cuando hago algo bueno.

Es una persona especial que llegó a mi vida, cuando menos le esperaba; que ha sabido comprenderme y llenarme de alegría en los momentos más difíciles; que me escucha sin juzgarme y me brinda sabios consejos, sin egoísmo, ni maldad.

Ese alguien que ha conquistado
mi amistad, mi cariño, mi ternura,
mis sentimientos más puros;
es mi ángel en la Tierra.

Ese ángel, eres tú...

"Morir el amor"

Hubo una vez, en la historia del mundo, un día terrible en el que el Odio (que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes) convocó a una reunión urgente con todos ellos.

Todos los sentimientos negros del mundo, y los deseos mas perversos del corazón humano, llegaron a esta reunión con la curiosidad de saber cuál era el propósito de la convocatoria.

Cuando al fin estuvieron todos presentes, habló el Odio y dijo:

- "Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien". Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el Odio el que estaba hablando, y él siempre quiere matar a alguien. Sin embargo todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar, tanto como para que el Odio los necesitara a todos.

- "Quiero que maten al Amor", añadió.

Muchos sonrieron malévolamente, pues más de uno le tenia ganas...

El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:

- "Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto; provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará".

Al cabo de un año se reunieron otra vez, y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron todos sumamente decepcionados. –“Lo siento, lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante”.

Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición, que haciendo alarde de su poder dijo:

- "En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará".

Y comenzó la Ambición el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida... pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición, envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor, confundido, lloró y pensó que no quería morir, y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus mas hirientes compañeros; envió a la Frialdad, al Egoísmo, a la Indiferencia, a la Pobreza, a la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba.

El Odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a los demás:

- " Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos"...

De pronto, de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro, con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no permitía ver su aspecto. Era fúnebre como el de la muerte:

- "Yo mataré al Amor", dijo con seguridad.

Todos se preguntaron quién era ese, que pretendía hacer sólo lo que ninguno había podido. El Odio dijo:

- "Bueno... si estás tan seguro, ve entonces y hazlo".

Tan solo había pasado algún tiempo, cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar, por fin EL AMOR HABÍA MUERTO.

Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:

- "Ahí les entrego el Amor, totalmente muerto y destrozado", y sin decir más, se marchó.

- "Espera "... dijo el Odio - "En tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para sobrevivir. ¿¿¿Quién eres???".

El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y contestó:

- "SOY LA RUTINA".