viernes, febrero 10, 2006

Durmiendo con el enemigo...

Así agradezco tu invitación Claudia, gracias por tomarme en cuenta.
luchemos por combatir este terrible mal..............

EL MALTRATO INFANTIL:
L
OS GOLPES OCULTOS


Es increíble ver las noticias, escuchar la radio o abrir algún sitio de internet y enterarse de la dolorosa y escalofriante realidad que azota a los más indefensos: “los niños”.
Hace poco en México, salió en las noticias un video casero filmado por el padre de una criatura de un año ocho meses de edad en el que una mujer que llevaba 7 años viviendo con la familia y trabajando como la nana del pequeño golpeaba, quemaba y azotaba al niño. Los padres del niño decidieron esconder una cámara de video en un lugar estratégico para poder captar imágenes del trato de la nana hacia su hijo, pues algo ya sospechaban... Al ver el video los padres indignados acusaron a la mujer ante las autoridades mostrando la evidencia que es realmente impactante, uno no soporta continuar viendo esa canallada conforme transcurre el tiempo. Sin embargo, la dolorosa resolución de la juez fue: una fianza de $5,000.00 (aproximadamente $500.00 US dólares) y la dejó en libertad... pues no halló motivos para procesarla... verdaderamente increíble. Ya no sé que es más indignante si la conducta de la mujer golpeadora o de la juez insensible e insensata que después de ser testigo indirecto del maltrato físico y de la violación de los derechos del niño, teniendo en sus manos el poder de ejercer la justicia, simplemente le pareció poca cosa... ¡Ay Dios Mío!

El maltrato infantil es, por desgracia, un problema generalizado en el mundo actual. Se entiende por maltrato infantil “el daño físico o psicológico que le inflige intencionalmente un adulto”

“La naturaleza del maltrato es aterradora sin importar si se manifiesta en formas tan terribles como el castigo violento y el abuso sexual o en formas psicológicas más sutiles como el ridículo o los ataques directos contra el auto concepto y la autoestima”

El niño no sabe defenderse ante las agresiones de los adultos, tiene miedo y mucho dolor, no pide ayuda, esto lo sitúa en una posición vulnerable ante un adulto agresivo y/o negligente. Los niños que sufren maltrato tienen múltiples problemas en su vida que le imposibilitan un desarrollo adecuado de su personalidad, padece déficit emocionales, conductuales y socio-cognitivos.

¿Cómo Prevenir el Maltrato? Compartir responsabilidades en el interior de la familia y mantener una comunicación estrecha con la finalidad de cimentar una firme confianza en todos los miembros de ella, informarse sobre las mejores condiciones de higiene y alimentación para el desarrollo de los hijos de acuerdo con su edad, utilizar maneras amables de ejercer la autoridad, convivir más tiempo con la familia y fomentar las actividades recreativas para todos sus integrantes, tener en cuenta la edad de sus niños, sus necesidades e intereses, así como sus limitaciones y por lo tanto, no perder la paciencia, integrar al núcleo familiar al miembro con algún tipo de discapacidad, solicitar ayuda profesional ante problemas de adicciones o bien algún adulto se considere maltratador y así poder construir un ambiente de respeto y tolerancia dentro del hogar.

Los hijos merecen amor, merecen nacer en el seno de una familia constituida, merecen ser deseados y acogidos. El alma de un niño es amorosa, inocente, buena, generosa; para mí, el alma de un niño es lo más cercano al alma de Dios. ¿Cómo puede existir alguien que se atreva a lastimar y a dejar huellas imborrables en el corazón de un niño? ¿Con qué derecho les roban, les arrancan la felicidad?. ¿Con qué derecho les destruyen su vida?

No seamos ciegos, luchemos por combatir este terrible mal que atenta contra la dignidad de la esperanza de la humanidad: “los niños”. Busquemos que los padres sean buenos padres, que las personas perturbadas psicológicamente reciban ayuda profesional, que los padres que rechacen a sus hijos o los maltraten reciban un castigo justo y la custodia de los pequeños se dirija a quien en verdad los ame y los reciba como lo que son, un don divino.