sábado, enero 28, 2006

"Amigas"



Esta es una historia corta, llena de sabiduría y de amor.

Una joven esposa estaba sentada en un sofá en un cálido y húmedo día, bebiendo té helado y charlando con su madre.
Mientras hablaban sobre la vida,
el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de la adultez, la madre hizo tintinear los cubitos en el vaso, pensativamente, miro a su hija seriamente.
"No te olvides de tus amigas
" le advirtió, revolviendo las hojitas de té.
"Se volverán importantes a medida que madures. No importa cuanto quieras a tu marido y a tus hijos, siempre necesitarás a tus amigas. Recuerda: salir con ellas, hacer cosas con ellas. Y recuerda que tus amigas no son solamente tus amigas, sino también tus hermanas, tus hijas y otros parientes. (Son la familia que te permites elegir).
Necesitarás otras mujeres, siempre las necesitarás".
Qué extraño consejo pensó la joven; acabo de casarme, de entrar en el mundo adulto, soy una mujer casada, no una niñita que necesita amigas. Seguramente mi marido y mi futura familia serán suficientes para darle sentido a mi vida. Escuchó a su madre, se mantuvo en contacto con ellas e hizo cada vez más amigas. Al pasar el tiempo se fue dando cuenta que su madre tenía razón. A medida que el tiempo y la naturaleza producen sus cambios y misterios en la mujer, las amigas son indispensables en la vida. Cuidan tus hijos y guardan tus secretos, te dan consejo cuando lo pides, que a veces sigues y a veces no, te sacan de apuros, te ayudan a dejar las malas relaciones, harán una fiesta para tus hijos cuando se casen o tengan un bebé, manejan en tormentas, nevadas o granizos o en la madrugada para ir a ayudarte. Te escuchan cuando pierdes el trabajo o un amigo, te escuchan cuando tus hijos te rompen el corazón, te escuchan cuando los cuerpos y mentes de tus padres fallan. Lloran contigo cuando muere alguien que amas.
Te respaldan cuando los hombres de tu vida te decepcionan.
Te ayudan a juntar los pedazos cuando los hombres empacan y se van.

El tiempo pasa, la vida sucede, la distancia separa, los chicos crecen, el amor se derrite y se evapora, los corazones se rompen, las carreras terminan, los trabajos vienen y van, los padres mueren, los colegas olvidan los favores, los hombres no llaman cuando prometen...
Y las amigas están ahí, no importa el tiempo ni la distancia entre ustedes; una amiga nunca está tan lejos que no la alcance tu necesidad.
Cuando tengas que caminar por ese valle solitario
y lo tengas que hacer sola, tus amigas estarán en el borde, alentándote, rezando por ti, interviniendo y esperándote del otro lado.
A veces hasta quebrarán las reglas y caminarán contigo
.
O vendrán y te sacarán.
Las amigas son la bendición de la vida. El mundo no sería igual sin ellas, ni yo sería la misma. Cuando empezamos esta aventura llamada feminidad, no teníamos idea de las increíbles alegrías y tristezas que nos esperaban; ni sabíamos cuánto íbamos a necesitarnos.
Todavía nos necesitamos cada día mas...
"Gracias amiga"...




jueves, enero 26, 2006

Tu eres...


... El confidente que conoce mis sueños, deseos y temores mas profundos... el protector que con solo abrazarme me da la seguridad de que nada malo sucederá... el consolador con quien puedo desahogarme sabiendo que tendrás las palabras exactas para hacerme sentir mejor... el compañero eterno con quien podría pasar la vida entera conversando... el amigo en el que mas confío el que estará ahí siempre que lo necesite... el amante perfecto quien me enciende cada noche y me hace convertir en fuego abrasador y cálida llama... el ser humano que admiro mas que nadie en el mundo por sus valores, por su nobleza... el complemento con el que nunca mas sentiré un vació en mi corazón por que a su lado me siento plena... el hombre seguro que sabe lo que puede alcanzar y lucha por conseguirlo cada día por que tiene la capacidad de lograrlo... el hombre inteligente que lo demuestra en cada momento y en todas sus acciones... el que se entregar por completo cada día sin condiciones, sin límites... el que me llena de amor con cada detalle, con cada palabra y aun con solo un pensamiento... el que al mismo tiempo puede ser romántico y apasionado, fuerte y sensible, maduro pero en el fondo siempre un niño travieso... El hombre perfecto hoy se que lo he encontrado, por que el hombre perfecto...

... Eres tú...

lunes, enero 23, 2006


EL HOMBRE QUE AMO

El hombre al que quiero amar deberá limpiar la llave oxidada,
que abre la cerradura de mi alma y entibiarla con el sol de la devoción y la esperanza, y pueda volver a volar como paloma de paz.
El hombre que quiero amar deberá ser mi compañero tratándome de igualrespetándome y escuchándome sin juzgarme, ni reprocharme, jamás.

El hombre al que quiero amar deberá hacerme sentir única,
reina en su castillo, ondina en sus aguas, y alegría perpetua en sus ojos cuando me mire en ellos para elevar mi autoestima.

El hombre que quiero amar tocará las fibras de mi ser como templando las cuerdas de un violín y sus acordes en mi piel se dibujaran en deseos encendidos en comunión con los de él.

Él, mi hombre, con su amor me acompañara en mis silencios correrá tras mis risas será mi pañuelo en mis lágrimas respetará sin preguntas mi espacio y comprenderá tranquilo todas mis ausencias, porque sabrá que en todo ello él siempre está. Él, siempre él... hará versos de mis enfados y de mis huidas prosas y nuestra vida en común será toda
ella un poema del más encendido y deseado amor.

El hombre al que quiero amar paseará sus dedos por el trigal de mi pelo mientras mis manos se abrazan a su talle cuando reposemos el amor en la vigilia de la visita del sueño. Mi hombre será mi compañero de juegos
mi arma en mi lucha, mi contertulio en mis charlas mi amigo, mi cómplice, mi amante y mi inspiración eterna.

Mi hombre me esperará siempre con el ansia del novio primerizo, acorralará mis ojos cuando le asedien y sus manos volaran sobre mí
como alas de cientos de mariposas. Mi hombre me perdonará mis errores
y los enterrará con una palada de comprensión señalándome el camino correcto con canastas repletas de racimos de ternuras.

Y yo a cambio le daré a mi hombre reposo en sus guerras, y en sus marejadas calma, le pondré sonrisas y caricias a sus enfados, mi regazo será su cuna en sus silencios,
seré siempre su escalera firme cuando quiera subir al paraíso.
y no podrá jamás contar mis besos
porque serán eternos en mis labios para él.

¡¡ QUE ASÍ SEA !!

jueves, enero 19, 2006

Perdoname...


Estás cerca y a la vez estás lejos, ¿qué hice?. Intento saber comprenderte, quiero saber tratarte y alegrarte. Quiero hacerte feliz cada día a tu lado...

Si te he herido, si te he molestado, si no he sabido decir una palabra, si fallé en decirla, si hice daño a tu corazón, si incumplí tu esperanza, si dudé, si no alcancé uno de tus sentimientos, si no fui fiel a tu alegría, ni no supe ahuyentar tu tristeza, si te decepcioné te pido perdón, sólo intenté amarte.

Si me quieres perdonar, si me merezco tu perdón, si me das otra oportunidad, si tienes confianza en mi, sabré merecérmela.

Te pido perdón, y te lo pediré mil veces, y lucharé por ti, y e intentaré no volver a fallarte, y siempre, siempre, te amaré.

Pero si me dices no, será que no te merezco, que no quieres mi amor y que amarte fue un sueño del que ahora despierto con dolor.

Perdóname, tu lo eres todo.

Gracias...


Gracias por existir, ...
Gracias por fijarte en mi, por dejarme disfrutar de tu presencia, por mirarme y por hablarme.
Gracias por dejarme soñar contigo, por hacerme vivir de ti, por provocar la ilusión que lleva tu nombre. Gracias por elegirme, elegirme para acompañarte, elegirme para caminar juntos por la vida,
elegirme para sentir.
Gracias por respirar, andar, mirar, hablar, despertar, sonreír, escuchar.... gracias por existir. Gracias y un millón de gracias por dejarme amarte.

A mi me encantaron y a tí?...


Te amo
Decirte que te amo me queda pequeño, alguien debería inventar nuevas palabras para definir mis sentimientos de entrega, de devoción, de admiración, de necesitarte cada segundo. Eso siento y más. Te digo que te amo, pero ya lo sabes, quizás de tanto repetírtelo se desvirtúan las palabras, pero no, cada vez que te lo digo es porque mi amor por ti ha aumentado.
Quiero que lo sepas, no te amo en pasado, no te amo en presente, ni te amo en futuro, es un amor sin tiempo, tampoco tiene distancias, es simplemente amor puro, cargado de ilusiones, lleno de promesas que no deben cumplirse porque ya se cumplieron todas al conocerte. Te amo, como dos palabras que forman una sonrisa en tus labios, como dos cielos llenos de colores reflejados en tus ojos, como dos palabras infinitas que no deben dejar de sentirse. Amarte en realidad es un premio, desconozco si te merezco, al menos lucho por merecerte, pero es un premio, es un regalo que cualquier persona debería recibir, pero que sólo tengo yo. Por dejarme amarte te doy las gracias y te ofrezco mil años de amor que condenso en este beso que te entrego desde el fondo de mi mismo.

miércoles, enero 18, 2006

Estoy triste...


Hoy estoy triste, la melancolía me invade el alma,

hoy estoy triste, por tu ausencia y aunque el sol luce en la mañana,

mi corazón se llena de amargura porque has volado... ¡aún sin alas!.

Hoy estoy triste... Porque ha entrado el dolor en mi corazón,

y duele como no tienes idea, mi corazón sufre... Y sabes por que?...

¡Porque tú me faltas!.

Es posible... morir de amor?


Morir de amor...

Hay quien dice que esto no es posible,
que no se muere de amor…
¡ que ligereza pensar así !
¡ Cuanta tristeza creer que amar es algo discernible!
Morir de amor… voy a explicarles lo que es morir de amor:
una agonía. Sentir en lo más hondo al ser amado,
soñarle en las noches y en los días.
Morir de amor… es saberlo en otros brazos
entregándose entero en sus besos tenues,
cálidos como el verso que habla
de susurros y de abrazos.
Morir de amor… es sentir el corazón herido,
escapadas aquellas horas de alegrías
perdidas en la inquietud de una agonía
cuajada de llantos y gemidos.
Morir de amor… es no escuchar a los ruiseñores
que a mi lado pasan desplegando sus alas
y felices van cantando sobre las fuentes y las flores.
Morir de amor… es no sentir el viento soplar
constante en loco desvarío
navegar sobre espumas de lamentos.
Morir de amor… es una ola de deseos
que crece en mi pecho día a día
desgarrando con fuerza el alma mía
si pasa un día y otro… y no le veo.
Morir de amor… por un suspiro, un aliento;
por una suave y rápida caricia
y así feliz dormir en la delicia
de esos momentos buscados con anhelos.
Morir de amor… ¿ que no es posible?
¿ que no se muere de amor ?
¡ que ligereza pensar así !
¡ cuanta tristeza creer que amar es algo discernible !


martes, enero 17, 2006



Por un beso de tu boca

dos abrazos te daría

tres suspiros que demuestren

cuatro veces mi alegría

y en la quinta sinfonía

de mis seis sueños de anhelo

siete veces te diría

ocho letras de un te quiero

nueve de un por ti vivo

y diez de un por ti muero.

Si lo descubres dime: si yo te lo doy a ti, o tu me lo das a mi...


Síntomas que delatan el amor

Hay unos síntomas físicos que delatan el enamoramiento:

1 Cuando lo extrañas a todas horas y cuentas los minutos que te faltan para verle.

2 Cuando no puedes sacarlo de tu mente en ningún momento y cada segundo está en tu pensamiento.

3 Cuando una mirada, una caricia, un abrazo, un beso, etc., te hacen bailar mariposas en el estómago.

4 Cuando te late el corazón a mil por hora cada vez que le ves o estás cerca de él.

5 Cuando su felicidad es la tuya.

6 Cuando no existe nadie más por la calle.

7 Cuando tus prioridades han cambiado y dejas a tus amigas o a tu familia por estar con él.

8 Cuando cada cosa que ves, escuchas o hueles, te recuerda a él.

9 Cuando cualquier excusa es buena para comprarle lo que le gusta.

10 Cuando te sientes la persona más feliz de la tierra y sonríes y lloras sin ninguna razón aparente.

11 Cuando el tiempo a su lado pasa volando y siempre quieres más, volviéndote adicta a su contacto.

lunes, enero 16, 2006

"Rosa Azul"...


La leyenda de la Rosa Azul

Leyenda China


Un poderoso emperador de la China, sabio y bondadoso, se sentía muy feliz en su palacio: su pueblo era dichoso bajo su gobierno y su hogar, un paraíso de amor y paz. Pero algo había que le preocupaba en grado sumo. Su única hija, tan bella, como inteligente, permanecía soltera, y no demostraba mayor interés en casarse.
El emperador quiso encontrar un pretendiente digno de ella, para lo cual hizo proclamar su deseo de casar a la princesa. Los aspirantes a la mano de la joven fueron muchos; por lo menos, ciento cincuenta. Pero la inteligente muchacha, encontró un modo de burlar la disposición que había tomado su padre. Dijo que estaba dispuesta a casarse para obedecer al emperador, pero muy sutilmente, pidió una sola condición para aceptar marido: quien hubiera de casarse con ella, debería traerle una rosa azul.

Los pretendientes se desalentaron ante ese pedido. Nadie había visto nunca una rosa azul. ¿ En qué jardín del mundo florecería esa maravilla? Y con la seguridad de que hallar la rosa azul era una empresa imposible, la mayoría de ellos renunció a casarse con la bella princesa. Solamente tres persistieron: un rico mercader, un valiente guerrero y un alto jefe de justicia. El mercader no era un soñador, sino un hombre muy sensato. De modo que, muy sensatamente, se dirigió a la mejor florería de la ciudad, donde, con toda seguridad, debía hallar lo que buscaba. Se equivocó. El florista no había visto jamás una rosa azul en todos sus años de comerciante. Pero el rico mercader ofrecía una fortuna a cambio de esa extraña flor, y el florista prometió ocuparse de buscarla. Por su parte, el pretendiente guerrero, que había conocido tierras maravillosas en sus campañas, optó por dirigirse hacia el país del rey de los Cinco Ríos. Sabía que era un soberano riquísimo, en cuyo reino desbordaban los tesoros. El guerrero partió acompañado de cien soldados, y aquella comitiva armada y deslumbrante, causó una profunda impresión en el rey de los Cinco Ríos, que temiendo un ataque, ordenó a sus servidores que corriera a traer la rosa azul para ofrecerla al caballero que la pedía. Volvió el criado trayendo en sus manos un estuche afelpado. Cuando lo abrió, el guerrero quedó deslumbrado. Dentro del estuche había un hermoso zafiro tallado en forma de rosa.

Sin duda era un presente real, y el guerrero, seguro de su triunfo, regresó con la joya a su país. Pero la princesa movió la cabeza al contemplar la joya. El presente del guerrero no era más que eso, una piedra preciosa, no una flor verdadera. Aquel regalo no correspondía a la condición exigida. Poco tardó el mercader en saber que su rival había fracasado, y volvió a urgir a su florista para que le consiguiera la rosa azul. El comerciante se desesperaba sin resultado alguno, hasta que un día, su esposa, mujer llena de astucia, creyó encontrar la solución. Nada más fácil que teñir de azul una rosa blanca, y con ello, el mercader lograría la mano de la princesa y ellos una cuantiosa fortuna. Imposible describir la alegría del rico mercader cuando el comerciante de flores le hizo saber que ya había encontrado lo que necesitaba. Corrió a la florería, tomó la flor de pétalos azules y no demoró un segundo en llegar al palacio. Y cuando todos creían que el mercader había alcanzado su premio, la inteligente princesa movió su bella cabeza y dijo: —Eso no es lo que yo quiero. Esta rosa ha sido teñida con un líquido venenoso que causaría la muerte a la primer mariposa que sobre ella se posara. No acepté la joya del guerrero ni acepto la rosa falsa del mercader.

Yo quiero una rosa azul. A su vez, el alto jefe de Justicia, que había asistido al fracaso de sus dos rivales, vió que el campo quedaba libre para él. Pensó mucho tiempo en la forma de hallar la rosa azul que la princesa quería, y por fin, una idea feliz surgió en su mente. Visitó en su taller a un exquisito artista, y le pidió que hiciera un vaso de porcelana fina, donde debía pintar una rosa azul. El artista se esmeró en su obra, y cuando se la presentó al alto jefe de justicia, no dudó éste ni un momento que el triunfo era ya suyo. Con esta seguridad se presentó ante la princesa. La joven quedó realmente admirada ante aquel trabajo. Nadie había visto nunca un vaso de porcelana tan bello y transparente, y la rosa azul en él pintada, lo convertía en una verdadera obra de arte. Pero aunque admitió el regalo y lo agradeció con gentil gesto, tuvo que confesar que no era una rosa pintada lo que ella quería. Mucho lo lamentaba, pero tampoco el alto jefe de justicia había encontrado lo que ella pedía para conceder su mano. La ingeniosa princesa se había salido con la suya, sin que su padre pudiera hacerle el menor reproche. Y desde entonces ya nadie volvió a hablar del casamiento de la princesa, ni se presentó ningún otro pretendiente a aspirar su mano, con gran regocijo de la joven.

Pero poco después, ocurrió algo que debía hacerle lamentar su ingeniosa treta. Comenzó a hablarse en el palacio de un joven trovador que recorría el país entonando dulces canciones. Y una noche la bella princesa se paseaba con una de las doncellas por el jardín del palacio, llegó a sus oídos una dulce melodía. No dudó que se trataba del trovador de que tanto le habían hablado, y rogó a su doncella que los llamara. El trovador saltó el muro, y aquella noche cantó para ella sus mas hermosas canciones. La princesa y el trovador se enamoraron, y el joven volvió otras noches a cantar bajo sus ventanas. Cada vez mas grande fue su amor, y el trovador quiso presentarse ante el soberano para pedir la mano de la princesa. Entonces fue cuando la hermosa joven advirtió que la astucia que había empleado para alejar a sus pretendientes, impedirían que pudiera casarse con el trovador. Su padre le exigiría también a él que trajera la rosa azul. Y ella sabía que eso era imposible. Pero su enamorado la tranquilizó. Su amor todo lo podría. Gran revuelo se produjo en la corte cuando se supo que un nuevo pretendiente se sometía a la prueba de hallar la rosa azul y que se presentaría con ella. El trovador atravesó por entre la fila de cortesanos y damas, y llegó hasta la princesa. Tendió la mano, y le ofreció una hermosa rosa blanca que momentos antes arrancara de su jardín. La princesa sonrió feliz, y con el consiguiente asombro de todos, manifestó que esa era exactamente la roza azul que ella quería. Un murmullo de sorpresa y de indignación corrió por el salón, y hasta el mismo emperador miró a su hija, como si creyera que se había vuelto loca. Pero la vio tan dichosa, que comprendió todo, cortó de inmediato las hablillas diciendo que la princesa era quien había exigido tal condición, y que si ella, tan inteligente como todos los sabios de la corte, admitía que la rosa que le presentaban era azul, nadie podía dudarlo. Así triunfó el amor de la princesa china...

miércoles, enero 11, 2006

"El valor de las mujeres"

Las mujeres tienen tal fuerza que asombra a los hombres.

Ellas cargan niños, penas y cosas pesadas; sin embargo tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.

Sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas.

Esperan una llamada por teléfono de su hombre, avisándole que llego sano y diciéndole que la extraña.

Las mujeres tienen cualidades especiales.

Se ofrecen para las causas buenas, son voluntarias en hospitales y llevan comida a los necesitados.

Ellas trabajan como niñeras, amas de casa, abogadas y solucionan disputas entre niños y vecinos.

Usan trajes, jeans, uniformes y minifaldas. Las mujeres recorren largos caminos con el fin de conseguir la mejor escuela para sus hijos y la mejor atención para la salud de su familia.

No aceptan un “no” como respuesta cuando están convencidas de que hay una solución.

Las mujeres escriben una carta de amor a su hombre, y saben pedir perdón y perdonar. Son inteligentes y conocen su poder; sin embargo, usan su lado suave cuando quieren lograr algo.

Las mujeres se alegran o lloran cuando se enteran de un nacimiento o matrimonio.

Saben que un abrazo, un beso y un “Te Amo” pueden sanar un corazón roto.

Una mujer puede lograr que una mañana, una tarde o una noche romántica sean inolvidables.

Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos, cabañas.

Ellas corren, manejan, caminan o utilizan Internet.

El corazón de una mujer es lo que hace girar al mundo.

Todo lo que ellas quieren es un abrazo, un beso, una caricia.

Las mujeres tiene mucho que decir y dar.

La belleza de la mujer no esta en la ropa que lleva, la figura que tenga o la forma en que se peine. Sino que ésta debe verse en sus ojos, a través de ellos, porque es la puerta a su corazón; el lugar donde el amor reside.

También se refleja en su alma. Es el cuidado que ella le da a su pasión para estar con el que ama y a quien se entrega inocentemente. Es el cuidado que ella le da a su amado cuando está enfermo o cuando le prepara una taza de té. La belleza de una mujer, con el paso de los años, crece hasta el infinito.

El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por el olvido.

Eres mi angel...


En mi caminar por la vida, he encontrado un ángel; esa persona: que me cuida, que me ayuda, que me consuela, que me conforta, que me dice cuando cometo algún error, o que me elogia cuando hago algo bueno.

Es una persona especial que llegó a mi vida, cuando menos le esperaba; que ha sabido comprenderme y llenarme de alegría en los momentos más difíciles; que me escucha sin juzgarme y me brinda sabios consejos, sin egoísmo, ni maldad.

Ese alguien que ha conquistado
mi amistad, mi cariño, mi ternura,
mis sentimientos más puros;
es mi ángel en la Tierra.

Ese ángel, eres tú...

"Morir el amor"

Hubo una vez, en la historia del mundo, un día terrible en el que el Odio (que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes) convocó a una reunión urgente con todos ellos.

Todos los sentimientos negros del mundo, y los deseos mas perversos del corazón humano, llegaron a esta reunión con la curiosidad de saber cuál era el propósito de la convocatoria.

Cuando al fin estuvieron todos presentes, habló el Odio y dijo:

- "Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien". Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el Odio el que estaba hablando, y él siempre quiere matar a alguien. Sin embargo todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar, tanto como para que el Odio los necesitara a todos.

- "Quiero que maten al Amor", añadió.

Muchos sonrieron malévolamente, pues más de uno le tenia ganas...

El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:

- "Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto; provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará".

Al cabo de un año se reunieron otra vez, y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron todos sumamente decepcionados. –“Lo siento, lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante”.

Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición, que haciendo alarde de su poder dijo:

- "En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará".

Y comenzó la Ambición el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida... pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición, envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor, confundido, lloró y pensó que no quería morir, y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus mas hirientes compañeros; envió a la Frialdad, al Egoísmo, a la Indiferencia, a la Pobreza, a la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba.

El Odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a los demás:

- " Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos"...

De pronto, de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro, con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no permitía ver su aspecto. Era fúnebre como el de la muerte:

- "Yo mataré al Amor", dijo con seguridad.

Todos se preguntaron quién era ese, que pretendía hacer sólo lo que ninguno había podido. El Odio dijo:

- "Bueno... si estás tan seguro, ve entonces y hazlo".

Tan solo había pasado algún tiempo, cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar, por fin EL AMOR HABÍA MUERTO.

Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:

- "Ahí les entrego el Amor, totalmente muerto y destrozado", y sin decir más, se marchó.

- "Espera "... dijo el Odio - "En tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para sobrevivir. ¿¿¿Quién eres???".

El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y contestó:

- "SOY LA RUTINA".

miércoles, enero 04, 2006

Te entregaría mil poemas de amistad, te daría mi mundo, mi vida y mi ser..


Gracias por existir,
por darme tus segundos,
por aguantarme con paciencia,
por ser capaz de apoyarme,
por tener la palabra justa,
por estar conmigo,
por callar, por hablar,
por ser mi amigo.

Si te digo que eres todo,
que más que un amigo,
eres mi tesoro,
si te digo que eres mi hermano,
al que dar y aceptar,
si te digo que eres mi amigo
te diré gracias por serlo.

Somos dos, dos amigos,
que comparten emociones,
que entienden juntos la vida,
que apoyan y escuchan,
somos dos, inseparables,
que tienen metas,
y renuncian a tristezas,
somos amigos, somos todo.

Ven, no te detengas,
acompaña el paso de mi vida,
sigue conmigo porque te necesito,
acude a mi llamada, te imploro,
pídeme todo lo que quieras,
o mejor no me pidas nada,
te daré yo lo que necesites.

Te digo palabras que emocionan
te entrego mi alma y mi amistad
te doy mi compañía y mi refugio
te miro desde cerca para estar ahí
te regalo todo mi ser que es tuyo
te escucho abrazando tus palabras
te llamo alabándote: mi amigo.